Desde una perspectiva sociológica, la familia es considerada el conjunto de personas que se encuentran unidos por lazos parentales, siendo estos lazos de diversa forma: vínculo por afinidad, el matrimonio y de consanguinidad como puede ser la filiación entre padres e hijos.
Así
encontramos la familia nuclear que solo incluye a los padres y los hijos, la familia extensa que incluye además a los tíos, primos y abuelos, la familia compuesta, que es solo
padre o madre y los hijos y que se da cuando hay un vínculo de consanguinidad
con alguno de los dos padres, mono parental, en la cual los hijos solo viven
con uno de los padres, este es el caso más habitual cuando se dan los divorcios de
las parejas.
Algo de la evolución de las familias
La
historia de la familia muestra que ésta no siempre ha sido como es ahora. El
mismo hecho de elegir pareja por amor es una conquista histórica reciente.
Antes, los señores de las tierras, por ejemplo, influían directamente en las
decisiones sobre los matrimonios que se producían entre sus arrendatarios, pues
así se aseguraban de que sus tierras estuvieran convenientemente trabajadas, de
tal forma que las personas pobres no arrendatarias, a veces, tenían incluso
prohibido el matrimonio. La propia fidelidad matrimonial que hoy se exige a los
cónyuges, en la Europa medieval era algo totalmente inusual. Las relaciones
sexuales antes y fuera del matrimonio eran habituales, incluso a veces
fomentadas, ya que se permitía al futuro marido comprobar la fertilidad de la
mujer antes del matrimonio, de forma tal que si no se producía el embarazo el
matrimonio no llegaba a realizarse. Actualmente los hijos viven en el hogar
familiar hasta que obtienen un trabajo, lo que hace que se les identifique como
adultos y, habitualmente, que se establezcan en un hogar independiente formando
su propia unidad familiar.

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